sábado, 20 de octubre de 2007

CUANDO SÓLO SE TRATABA DE LA NOSTALGIA

Las cosas giraban en torno a la nostalgia, recuerdos, sentimientos, añoranzas, miedos, soledad, imágenes tuyas, una y otra vez, a cada instante… Y ahora, permaneces aquí, pero ahora se trata de mí, de lo que viene, de mi nuevo estar… Es como si se hubiera desprendido todo de mí y sólo quedé yo, conmigo y las herencias, los guiones, los regalos que cada etapa ha dejado en mis entrañas. Todos los otros que ahora conforman una parte de mí, ese cachito mío que quedó en ti y en alguien más… Cada etapa es como un filtro, donde se seleccionan fragmentos de vida, algunos se quedan y resisten a la coladera de la vida, otros simplemente se van y fluyen en el torrente continuo. Pareciera que hay piezas que siempre se van a quedar y con cada temporada es un redescubrir… Aún no sé si se trata de una visión nueva ante las heridas y lo vivido o si simplemente se trata del momento en que logro mirarme de diferente manera y comprendo algo antes oculto para mí…
Por fin las piezas dejaron de caerse y de volar, el torbellino parece haber cesado y en vez de ruinas y tristeza, las piezas se han conformado de tal manera dejando que un olor de calma se filtre poco a poco… En medio de un nuevo laberinto estoy, descubriendo los atajos, los sabores, los ritmos, los jugadores. Me recuerda un poco al primer día de clases en una escuela nueva, cuando sólo conoces una parte muy pequeña de todo ese nuevo mundo, cuando aún no logras comprender todo el funcionamiento ni a todos los integrantes ni mucho menos las interacciones de unos con otros, el alcance de las posibilidades que te brinda ese momento ni el potencial de otra efímera etapa.
No todo es nuevo, hay personas que continúan a mi paso, hay raíces que me mantuvieron mientras la sacudida… Lo que definitivamente sí es nuevo, es este nuevo y desconocido estado, donde cada vez se me permite más y más contar con el tiempo y el apoyo para soñar y lograrlo, es tanta la calma, que podría adormecerme en la dulzura de su veneno adictivo. Y al mismo tiempo, esta corriente de calma abre una y otra puerta, presentándose cada una de ellas como una gran alternativa, tejiendo una con otra como un gran todo, como una gigantesca banda elástica lista para impulsarme hacia el salto infinito… Y ahí estoy parada, conmigo, contigo en mí aún, y parece que ya no duele. Parece que el miedo se canso e hizo sus maletas, desistió y se mudó… Me encantaría estar en tu vida de alguna manera y moría de miedo al no sentirme incluida en la tuya. Me quebraba una y otra vez al intentar irme, al pretender soltarte en mi interior… No sé cómo lo logré o si ya lo logré definitivamente… Y no sé cómo explicarlo pero ahora es un escenario en el que el amor me sonreí en los amigos, en las nuevas compañías, en las nuevas visualizaciones de trabajo…Por supuesto el anhelo de compartir mi vida con alguien es el sueño más profundo, que llegará como siempre llega todo…
Qué necesidad la de siempre vivir ya para que llegue algo… Parece que todo se ha detenido para saborear este instante, la cámara lenta ha iniciado y dentro de ella puedo mirar cada pieza en 360 grados. Entré en mi propia película, ya no pasa sólo en una pantalla la cual observo sin percatarme; estoy aquí dentro y de algún amanera algo me hace sentir que sino puedo mover las piezas a mi antojo, sí se trata de una manera nueva de jugar, por ello la calma con la que puedo observar tan detenidamente todo, con la única intención de aprovechar, de disfrutar, de comprender…. Mientras pasa todo tan detenidamente la gigantesca banda elástica si tensa y tensa cada vez más, mientras todo se armoniza, no se trata de una huída, no se trata de un negar y no afrontar, es más bien el tiempo necesario para respirar profundo, para sentir el valor vibrando en mis huesos, para sonreír mientras me lanzo hacia donde quiero ir.

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