WELCOME TO THE THIRD FLOOR

Llegamos, tercer piso, el elevador se ha abierto, doy un paso y sólo hay un inmenso espacio VACÍO...

Vacío????, qué clase de broma es ésta?!!!!, de qué sirvieron infinidad e infinidad de litros de alcohol invertidos en esta sangre, para qué tanto sudor en mi piel compartido, qué pasó con todo el maquillaje y el andar fashion que alimentaba la vanidad en un intento por encontrarte con una sonrisa. Para qué estuvimos intoxicándonos con tanta adrenalina nocturna en la que te encontré tantísimas veces...

Me dediqué a conocer fases tuyas y a huir de ti, me dediqué a buscarte con los mejores proveedores de tu sustancia para mantenerme high, no quería bajar, me la pasaba brincando de cresta en cresta; de una tabla salvavidas, saltaba a otra. Cada vez más alto, cada vez más intenso... Odiaba cuando querías enfrentarme a las letras chiquitas del contrato, no quería saber de cuidados y compromisos, sólo quería absorver de ti toda tu esencia mágica, no me interesaba conocer tu patética cotidianeidad, no quería conocerte sin glamour.

Al ver este espacio, aún puedo escuchar la eterna fiesta del segundo piso, todavía recibo llamadas de colados para que baje y no me pierda el siguiente reven; pero yo, yo ya me cansé. Ya no estoy dispuesta a seguir poniendo la ficha de mi corazón en cada ruleta que vea, ya no me divierte el deporte extremo, se me acabaron las curitas, el alcohol y el mentiolate... Además, el disfraz de cool, free, no necesito etiquetas, lo perdí en algún desmadre y si vieras que no lo extraño nadita. Ahora encontré un traje nuevo, que no es por nada pero se me ve increíble!!, lo voy a estrenar la próxima vez que te vea, creo que te recordaré a la enfermera sexy... Estoy lista para desempacar y cuidarte en este espacio, para llenarlo juntos y decorarlo, no hay nada aquí, ni recuerdos, ni mal viajes, ni chantajes, ni miedos, ni nada. Sólo un enorme espacio para vivir contigo.