Me rindo...

Está bien, te doy la espalda como me lo pides, ya no me resistiré a ti, y aunque muero de miedo, estoy lista… Puedo escuchar tu sonido ensordecedor, ya no me amenaza tu inmensidad; ven maldita, arrástrame, empújame y llévame con tu fuerza, húndeme si es necesario, mátame, asesíname, ahógame, destruye todo cuando rompas sobre la arena... Tu líquido finalmente es suave, lo sé… Me perderé por un momento en tu voraz abrazo, me revolcarás, me llenaré de confusión y sólo por unos instantes me quitarás el sol para mojarme con tu oscuridad, los supuestos no tendrán sentido y quizás sienta que puedo morir, pero sólo será por un momento eterno. De pronto, te volverás clara y transparente, la luz se filtrará a través de ti y entonces me reiré, me acordaré del pez baja calzón de Nuxco y volveré a reír…