QUÉ ESTOY HACIENDO?

Qué hago escribiéndote, qué hago tratando de seguir adelante, qué estoy haciendo al tratar de ser indiferente, qué hago al pretender doparme con una morfina tan inútil para mi organismo???... La droga suavizante del dolor que he encontrado ya no causa efecto, se ha desgastado, su banalidad es ya tan superflua que no hay brillo que me logre deslumbrar…

Abres y cierras la palma y ahí estoy, intento huir para evitar ser aplastada, apenas logro levantarme cuando otra vez me tienes atrapada…

No puedo salir o no quiero salir…

Me acostumbré a la anestesia que me regalaron y duele otra vez…

Y mientras siga aquí, me estaré moviendo de un lado a otro, doblada, herida, convaleciente… Tratando de retomar el aliento, aspirando cada bocanada tan fuerte, que volveré a asustarte…

¿Cuándo me decidiré, cuándo realmente cerraré la puerta?...

Efímero e intenso describen el tiempo… Y sin embargo, la intensidad no congenia bien con el sentido efímero de la vida…

Qué tonta soy, qué ridículamente estúpida soy!!… Me ahogo en sal líquida…

Inútilmente permanece la esperanza, idiotamente te busco, pendejamente aún creo… ¿Cuándo realmente asimilaré en mi interior que eres tú quien debería estar muerto del miedo por tirar lo que teníamos, cuándo comprenderé lo que soy, cuándo me miraré a los ojos y me podré creer que el que se lo pierde eres tú?...

Se despliega el veneno… No quiero intoxicarme… ¿Pero, cómo puedo matarte si estás dentro de mí?... ¿Por qué me obligas a aniquilarte en mi memoria y en la piel?... Creo que comienzo a sentir odio por ello…

Duele, y sigue doliendo…