Recorriendo el tiempo, ya se ha armado un considerable bloque de recuerdos, memorias, sentimientos, risas, anhelos, tiempos… La vida pasa, los escenarios cambian, los personajes desfilan, los roles van y vienen, todo se mueve, todo cambia, todo camina y yo sigo; voy, juego los papeles de los personajes, vivo y nunca desaparezco dentro de todos esos fragmentos que han armado 3.1 décadas.
Sólo hay algo permanente, siempre intacto, siempre auténtico, quizás puro o inocente, algo pequeño que siempre se despliega en cada etapa, que siempre está presente… Es el sabor, es la vainilla; a veces se vuelve líquida, a veces está concentrada, a veces sólo son gotas, en ocasiones es sólo su olor… Vainilla es la esencia de esta historia.
sábado, 30 de diciembre de 2006
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