Desperté con una tabla de surf, me la regalaron por teléfono, me dijeron: “ten, para tu ola, puede ser divertido”… Y yo me quedé con cara de ¿??... ¿Pero si yo no sé surfear??!!!, viene una pinche ola de 20 metros y me das una tabla de surf???!!!!!!!, definitivamente me voy a morir!!...
Desperté y sigo con la tabla, la ola está próxima a romper y yo sigo de frente al mar, emputada, gritando, deseando que rompa ya y se lleve lo que siento, retándola a que venga hacia mí, mirándola con todo el odio que le tengo por haber llegado, despreciándola por amenazarme con su destrucción…
¡¡¡¡Si ya llegaste, entonces rompe de una vez por todas, no soporto que sigas creciendo y creciendo, que te eleves tanto; ya no puedo temerte más, deseo más que nunca que dejes caer toda tu fuerza sobre mí, y que te lleves lo más lindo, que es todo lo que tengo, pero no me llevarás a mí… Succiona esta pinche enfermedad que me está envenenando de depresión y ansiedad, trágate todo lo que me hace llorar y lárgate, que aquí yo seguiré, mojada, raspada por la arena, pero aquí seguiré!!!!!!
Está bien, aquí voy con una tabla, me siento ridícula, más mojada que nunca, con los ojos borrosos, pero hasta la madre de la puta ola asesina…
lunes, 4 de diciembre de 2006
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